sexta-feira, 8 de julho de 2016

NOVAS TECNOLOGIAS CONTRA A DESERTIFICAÇÃO E PARA MITIGAÇÃO DOS EFEITOS DA SECA

El IICA difunde experiencias de Brasil y Paraguay en el marco del curso virtual “Buenas prácticas e innovaciones tecnológicas en siembra y cosecha de agua”.

En Irauçuba, Ceará, al Noreste de Brasil se almacena el agua de lluvia que proviene de los techos de las casas. Foto: Gertjan Beekman.


Construcción de reservorio de agua en el chaco paraguayo
El reservorio construído en el Departamento Presidente Hayes, en el chaco paraguayo, puede suministrar agua hasta por 240 días. Foto: Jorge Hernán Chiriboga.

Promotores, líderes de comunidades y trabajadores de diversas entidades públicas y privadas ampliaron sus capacidades para implementar medidas territoriales que favorezcan la recarga hídrica y cosecha de agua en beneficio de la agricultura familiar.

Los participantes conocieron experiencias exitosas de Brasil y Paraguay sobre manejo de suelos, agua y cobertura vegetal, en escenarios de cambio climático en el curso virtual Buenas prácticas e innovaciones tecnológicas en siembra y cosecha de agua, que finalizará en julio.

El curso fue organizado por la ONG Soluciones Prácticas, con apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), a través del proyecto Gestión Integral del Agua en la Agricultura Familiar (GIAAF).

En el encuentro, el Representante del IICA en Brasil, Hernán Chiriboga, compartió la experiencia del Departamento Presidente Hayes del Chaco Paraguayo, región semiárida donde los pequeños y medianos agricultores están afectados por la reducción de las precipitaciones debido al calentamiento global.

En esta región se implementó un sistema de canales y camellones que captan el agua y la canalizan hacia un reservorio, lo cual puede suministrar agua para riego y uso doméstico para 200 familias durante 240 días de sequía.

Otra tecnología aplicada es la construcción de sistemas de captación de agua de lluvia desde los techos de las viviendas, recolección y conducción por canaletas, y almacenamiento en cisternas.

Según explicó el coordinador del área técnica de Agricultura, Gestión Sostenible de los Recursos Naturales y Adaptación a los Cambios Climáticos del IICA, Gertjan Beekman, en la región de Irauçuba, Ceará, al Noreste de Brasil, se utilizaron cisternas rurales para almacenar agua de lluvia que escurre desde los techos de las casas, así como desalinizadores para transformar el agua salobre proveniente de pozos alimentados por acuíferos ubicados en formaciones sedimentarias y cristalinas.

Como medidas de largo plazo se construyeron barreras de contención para retener los sedimentos generados por la erosión en las áreas cultivadas, lo que evita la pérdida de nutrientes y de fertilidad del suelo, ocasionada por prácticas inadecuadas.

Otras tecnologías presentadas fueron sistemas de riego eficiente con uso de cántaros de barro, la plantación de frutales y semillas de hortalizas para producir alimentos con poco uso de agua, el desarrollo de prácticas agroecológicas y viveros demostrativos para el cultivo de árboles frutales y plantas ornamentales destinadas a la restauración del medio ambiente.

Para Chiriboga y Beekman, la gestión integral del recurso hídrico es fundamental en el manejo eficiente de los cultivos para poder contribuir a la seguridad alimentaria, sostenibilidad, productividad y competitividad de la agricultura.

Las experiencias, desarrolladas en el marco del proyecto “Econormas” (clique no link e assista ao vídeo) que es implementado por el IICA, buscan mejorar el conocimiento para combatir los procesos de desertificación y sequía, mediante intervenciones para generar información y difundir buenas prácticas, capacitar personal y mejorar la calidad de vida de las poblaciones beneficiadas en las regiones críticas de los países del MERCOSUR.

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